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¿Los fantasmas existen?

  • Foto del escritor: Dr. Jonatan Escobar
    Dr. Jonatan Escobar
  • 26 jun 2022
  • 5 Min. de lectura

Niveles de existencia

¿Tienes miedo de que los espíritus mal intencionados te acechen escondidos en la obscuridad? ¿Tienes miedo de que el demonio se manifieste en la forma de tu peor pesadilla o a través de apariciones macabras que perturben lo más recóndito de tus sentidos? NO VA A SUCEDER. Si hay seres adimensionales que te acechan ello es porque están dentro de ti, tú los has creado y son tus emociones, frustraciones y miseria interna que se manifiesta en forma de creencias que se gestan en la mente del que vive atormentado por el eco de su propio ego que se representa a través de demonios, pero la verdad es que ello no aplica a la realidad, no existe más allá de lo que la realidad material conforma, no hay entes inmateriales que de pronto se materializan para reprender o golpear la consciencia de aquel que dice haberlos presenciado ¿Por qué me he atrevido a enunciar lo anterior? Por la enseñanza que Ley ascendente otorga. Previamente he comentado que la Ley ascendente se resume en la propagación de la información, que esta se irradia anterógrada mente y de forma ininterrumpida; para aterrizar lo previamente enunciado diremos que esa información es energía, partiendo del concepto previo entonces podremos analizar las propiedades de la energía.


En física sabemos que existen diferentes tipos de energía, como la lumínica, mecánica, electromagnética, etcétera, pero en general la energía guarda cierto tipo de propiedades universales, dentro de las cuales habrá que mencionar que la energía siempre se manifiesta en un espectro de intensidad, en el caso de la energía calórica el espectro iría de caliente a frío, y aunque la intensidad varía en esencia frío y caliente son lo mismo, es decir: energía calórica. El espectro de intensidad como ya se mencionaba aplica en general a casi todos los tipos de energía; nuestra experiencia de vida navega en un espectro de energía concreto y limitado, por ejemplo el de la luz visible que va por encima del infrarrojo y por debajo del ultravioleta, así la energía pasa de un peldaño a otro del espectro de la intensidad a través de la frecuencia vibratoria, vuelvo a retomar en el caso del calor, las moléculas vibran, colisionan y se mueven a una velocidad mayor que en el caso del frío. El espectro electromagnético nos enseña que tan lejos están las galaxias y soles que las mismas contienen, si dicha galaxia emite ondas electromagnéticas débiles y elongadas significa que se trata de una galaxia distante, cuya luz ha perdido intensidad de tal suerte que dejó de ser visible y solo llega a nosotros a través de ondas infrarrojas que delatan su existencia.

¿Qué tiene que ver lo que enseña la física acerca de las propiedades de la energía con la presencia o no de espíritus y almas errantes? ¡Fácil! Pensemos de la siguiente manera: La ley ascendente enseña que somos energía que se propaga, irradia y avanza, el nivel de frecuencia vibratoria de la energía permite se manifieste el mundo material en el que estamos inmersos, ¿Existe el mundo inmaterial? ¡Quién sabe!, pero si es que existe probablemente sea otra frecuencia vibratoria la que lo sostenga y lo que enseña la Ley ascendente es que la energía transmuta, es decir va de un peldaño a otro en sentido anterógrado, vuelvo a repetir… avanza, se irradia, se propaga, la energía no sufre transposiciones, ya que no existen estado energéticos ambiguos o irregulares, la energía siempre se manifiesta de forma nítida y en un espectro definido, por ejemplo, nunca sentiremos algo que sea frio y caliente a la vez, podrá ser tibio pero eso no es ni frio ni caliente, simplemente es otra fase del espectro calórico, no podremos ver algo obscuro y claro a la vez, hay ocasos, penumbras y albas, pero todo ello se corresponde a un estado definido del espectro lumínico. Si llegado a este punto el lector no se ha convencido de que no existen estados ambiguos en los cuales la energía se manifiesta, creo que tengo una prueba irrefutable de ello, la cual estriba en el propio pensamiento.


El pensamiento tiene la facultad de enfocarse sólo en una cosa a la vez, no podemos tener dos pensamientos simultáneos, no hay transposición del pensamiento, más bien hay un flujo del pensamiento. Como psiquiatra he valorado pacientes con pensamientos intrusivos, ilógicos, angustiosos, catastróficos y parásitos, productos de una ansiedad descontrolada y patológica que requiere atención con psicofármacos, sin embargo siempre sugiero recordar lo que la Ley ascendente enseña: El pensamiento solo tienen una línea de acción y ascenso, a todo aquello a lo que le prestamos atención crece, luchar contra los pensamientos angustiosos solo los acrecentar, pensar en los demonios a su vez los alimenta, uno debe dominar el poder de la mente para re-direccionarla y enfocarla en pensamientos que no generen angustia ni miedo, es así como los pensamientos perturbadores pierden intensidad y mueren, aplicando la Ley ascendente a nuestro favor y no en nuestra contra.

La física de la energía y la Ley ascendente nos enseñan que no hay que temer del mundo inmaterial que de existir, probablemente lo haga en otro plano de la existencia, al cual y por definición, nuestra realidad material lo hace incompatible ya que la energía transmuta, no se transpone. Pero… ¿Es posible experimentar niveles elevados de existencia aún en el plano material? Sí, porque la ley ascendente enseña que aún en el plano material debe de existir un espectro que determina la “intensidad” con la que vivimos. He hablado con gente que afirma ver espectros y demonios que acechan la consciencia, o que tienen la firme convicción de que éstas entes influyen en la existencia, al punto tal que uno puede ser destruido y devorado desde los adentros, después de ahondar un poco más veo que son personas que tienen conflictos internos severos, donde ellos mismos se desconocen y repudian su propia miseria, aborrecen sus propios instintos y le ponen el nombre de demonios, pero no voltean a ver que son ellos mismos, piden a Dios no caer en tentación, pero lo que en verdad piden es no reconocer quienes en verdad son. Por otro lado he hablado con gente que sin tener preparación religiosa, ni conocimiento teológico alguno aseveran haber presenciado un milagro sobre de ellos mismos, refieren que en los momentos más difíciles “algo los ayudó”, analizando un poco más descubro que son personas con un autoconcepto sólido, una integridad palpable y un sentido de agradecimiento afianzado a la vida, así lo que deduzco es que la dignidad, honor y amor propio pueden hacer milagros, pues en los momentos difíciles uno ya cuenta con recursos internos que permiten anteponerse a la adversidad e incluso sacar provecho de la misma. Es la divinidad interna en forma del respeto y pulcritud de los adentros la que permite a la gente conducirse con la conciencia tranquila, pensando que ahora lo que resta es agradecer y retribuir, jamás envidiar ni reprochar, es así como de los adentros surgirán los infiernos y sus demonios en forma de pasiones, rencores y culpas que acechan al arrogante que niega ver su propia podredumbre, o la divinidad interna que nace de la seguridad, amor e integridad intrínseca que permite a las personas cosechar éxito para los suyos y sus allegados, a través de acciones altruistas y desinteresadas para con los demás.

En tu realidad vibras a un nivel de apreciación material que no puedes negar, no requieres de manifestaciones inmateriales para elevar el nivel de intensidad que tu propio sentir te da. ¿Has sentido esa sensación de plenitud y paz que da el apreciar la naturaleza? ¿Has sentido esa sensación de inmensidad que da el ver las estrellas? ¿Has sentido el cobijo y consuelo infinito que da el estrechar entre tus brazos a un ser que amas? Y sobre todo ¿Has sentido esa sensación que surge cuando alguien más se ha beneficiado positivamente de tu existencia, acciones y palabras? Justo eso estimado lector, es elevar la frecuencia en este plano existencial.

 
 
 

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